Una democracia sana no se construye con cheques en blanco.
Por eso este proyecto propone una serie de mecanismos concretos para que la ciudadanía recupere control sobre lo que pasa en el Estado. No alcanza con votar: hace falta poder exigir, revisar, frenar y participar.
🔹 ¿Cómo se refuerza el control ciudadano?
Se incorpora la figura del jurado ciudadano, que permite que vecinos y vecinas participen en causas contra funcionarios públicos. Esto democratiza el acceso a la justicia y despersonaliza el sistema de enjuiciamiento.
🔹 ¿Qué significa la revocatoria de mandatos?
Se incorpora el derecho ciudadano a revocar, mediante un procedimiento constitucional, los mandatos de cargos electivos antes de que terminen. Esto no depende de partidos políticos ni de poderes judiciales, sino de la voluntad organizada de la ciudadanía.
🔹 ¿Qué cambia con la Auditoría General de la Provincia?
Se crea como órgano autónomo, con independencia funcional y presupuestaria, encargado de controlar cómo se usan los fondos públicos en todo el Estado. La Auditoría informa directamente a la ciudadanía, no al Poder Ejecutivo.
🔹 ¿Y la paridad?
Se incorpora la paridad de género como principio constitucional en la conformación de los poderes del Estado y en los procesos de toma de decisiones públicas. No es solo una cuestión de representación: es una garantía de pluralidad en las decisiones.
🔹 ¿Qué otros límites se introducen?
El proyecto también limita los mandatos de intendentes, presidentes comunales y legisladores; establece incompatibilidades más estrictas; y exige mayor transparencia en el manejo de la información pública.
Estas no son ideas sueltas: son parte de una visión de poder compartido, más equilibrado, donde la ciudadanía tenga mecanismos reales para controlar y participar.
El proyecto completo de reforma podés leerlo y descargarlo desde acá.
PROYECTO DE REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN