La entrega de 34 viviendas en San Jerónimo Norte fue una de esas jornadas que muestran con claridad cómo se integran los esfuerzos cuando cada nivel del Estado cumple su parte. Estuve presente desde la firma de los boletos por la mañana hasta la entrega de llaves por la tarde, acompañando un proceso que viene sosteniéndose con planificación y constancia.
Lo que vivimos en la ciudad confirma una dinámica que valoro especialmente: un municipio que ordena su crecimiento, un gobierno provincial que toma decisiones que habilitan estas obras y una presencia territorial que respalda, gestiona y acompaña cada etapa. Mi tarea es estar ahí, garantizando el respaldo legislativo necesario para que estas políticas avancen sin interrupciones y lleguen efectivamente a las familias.
No se trata solo de llegar al día de la entrega. Se trata de asegurar continuidad, método y presencia a lo largo del proceso. Y cuando esa continuidad se sostiene, los resultados aparecen.
San Jerónimo Norte vuelve a demostrar que, cuando la voluntad política se mantiene firme en el territorio y en el Legislativo, las transformaciones no solo llegan: permanecen y se multiplican. Ese es el camino que sigo fortaleciendo en cada localidad del Departamento.






